miércoles, 24 de marzo de 2021

EL CEBO

Nadie asociaría El cebo (Es geschah am hellichten Tag, 1958) con Ladislao Vajda, el director nacido en Budapest, entonces parte del Imperio Austrohúngaro, que había filmado en nuestro país títulos tan entrañables como Marcelino pan y vino (1955), Mi tío Jacinto (1956) o Tarde de toros (1956). Pero a Vadja le ofrecieron un magnífico guión del escritor suizo Friedrich Dürrenmatt, que posteriormente convertiría en novela, y nació una de las grandes películas de nuestro cine y del cine negro. 

El último día de servicio del inspector Matthäi (Heinz Rühmann) tiene lugar el brutal asesinato de una niña que un vendedor ambulante encuentra en el bosque. Todas las sospechas recaen sobre él, pero el inspector no tiene dudas de su inocencia. Posteriores investigaciones sacan a la luz los asesinatos de otras niñas en circunstancias similares ocurridos en los años anteriores, que se han producido junto a la carretera que une la pequeña población con Zürich. 

Si su título original es Es geschah am hellichten Tag (Sucedió a plena luz del día), en nuestro idioma, tan proclives a estos cambios, tiene su (en este caso fundado) origen cuando el inspector Matthäi decide alquilar la gasolinera que pasa por dicha carretera y tras observar a una niña jugando sola, descubre que es hija de una madre soltera, la señora Heller (María Rosa Salgado), y como los rasgos físicos de la pequeña son similares a los de las víctimas, contrata a la madre como asistenta del hogar, que desconociendo la misión del inspector Matthäi, dejará que Annemarie (Anita von Ow) se convierta en el cebo del pederasta asesino. A los tres cuartos de hora de cinta Vajda nos revela quién es el asesino, o al menos la voz y sus manos, y al más puro estilo Hitchcock, para el que no importa quién es sino el cómo, a la hora nos muestra su rostro: el señor Schrott (Gert Fröbe), completamente absorbido por su influyente madre (Berta Drews). 

El cebo es un filme en el que hallamos películas del pasado, como M, el vampiro de Düsseldorf o La noche del cazador, pero asimismo otras que aún entonces no habían sido rodadas (pienso en Matar a un ruiseñor) que tienen relación con la de Vadja, una obra de elegante y sobria factura.

Gert Fröbe es el señor Schrott.

VALORACIÓN: 7.5/10

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