jueves, 26 de noviembre de 2020

EXTRAÑOS EN EL PARAÍSO

Jim Jarmusch aprendió a hacer cine gracias a dos hermosas circunstancias: durante la temporada que residió en París visitando con asiduidad la Cinémathèque française (estancia que correspondía a la ampliación de sus estudios de literatura), y por otro lado como asistente del director Nicholas Ray. Con ese bagaje (ingresando entre uno y otro momento en la famosa Graduate Film School de la Universidad de Nueva York) Jarmusch tenía todo en sus manos para hacer un cine de gran factura y originalidad. 

Aunque Permanet vacation es la primera película que nos encontramos en su filmografía, ésta responde al trabajo final que presentó en el Graduate Film School, pudiendo considerarse Extraños en el paraíso (Stranger Than Paradise, 1984) como su primera obra, en la que Jarmusch presenta una historia simple pero muy bien conseguida: Willie (John Lurie) recibe la visita de su prima Eva (Eszter Balint) que llega a Nueva York desde Budapest para alojarse por unos días con él hasta su marcha a Cleveland. Estructurada en tres partes y con ecos de road movie, esta historia a la que se une Eddie (Richard Edson), se va edificando con pequeños microcapítulos con su correspondiente fundido en negro, un ritmo pausado pero sin dar lugar en ningún momento al tedio, y un uso casi constante de la cámara fija, con planos (principalmente) medios y americanos y algunos planos largos, posee una excelente fotografía a cargo de Tom DiCillo, y música original escrita por John Lurie, actor de la película además de músico y pintor, interpretada por The Paradise Quartet, y un estilo de música que se convertiría en sello personal en la filmografía posterior de Jarmusch.  

La película nos regala tantas escenas que resulta imposible quedarse con una sola, pero el comienzo es primoroso: nos encontramos a Eva en el aeropuerto, en el margen derecho de la pantalla y a la izquierda un avión (parece un Lockheed L-1011 TriStar); ella avanza con su maleta hacia la izquierda para salir de pantalla mientras el avión comienza a rodar en sentido inverso. La tía Lotte (Cecilia Stark), con un papel pequeñito pero entrañable, completa esta película íntima, en la que Eva pregunta: «¿Echarán alguna película de kung-fu?». Y sí, poco después nos los encontramos viendo una película en un cine, que intuimos que es de kung-fu por el sonido.   

 Eva (Eszter Balint) en el aeropuerto, escena con la que se abre la película.

VALORACIÓN: 8/10

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