sábado, 21 de noviembre de 2020

UNA CUERDA, UN COLT

Esta película dirigida por Robert Hossein no es un eurowestern más, aunque se construya en base a un guión (en el que también participó Dario Argento) tan manido y recurrente en el género, y en especial en el subgénero europeo: el asesinato y la posterior venganza a manos de un sicario. 

Aunque Una cuerda, un colt (Une corde, un Colt, 1969), que también es conocida como Un cementerio sin cruces, se rodó meses antes que Hasta que llegó su hora, fue estrenada más tarde que la película de Leone, y este punto es importante de destacar, puesto que un linchamiento y ahorcamiento similar al que sufre Ben Caine así como el personaje de la viuda vengadora aparecen en un concepto similar al que Leone utiliza en su película; al parecer el director italiano se encontraba presente en el rodaje del filme de Robert Hossein preparando el suyo.  

Como explicaba, la trama es sencilla y repetitiva hasta la saciedad: tras la muerte de su esposo a manos de los Rogers, María, interpretada por Michèle Mercier, contrata a Manuel (interpretado por Hosseini, en su doble función de actor y director), un asesino que vive en un pueblo fantasma al estilo de aquel al que llega el Django de Corbucci, pero cabe reseñar las magníficas sucesiones de primerísimos planos en plano-contraplano, y dos escenas memorables: el significativo desollamiento y despedazamiento de un conejo a manos de María, y la comida en la larga mesa de los Rogers, en absoluto silencio (elemento de capital importancia en el filme, casi como lo era en El gran silencio también de Corbucci) pero con el estruendoso sonido de las cucharas contra los platos y los primeros planos de los comensales que culmina con la broma final a Manuel; ambas escenas colmarán a todo cinéfilo, y más aún a los cinéfagos. 

Como en otros muchos eurowesterns (me viene a la mente Una pistola para Ringo), su director hace uso de la noche americana, y aunque el filme cae en los pésimos tics del eurowestern, como los planos panorámicos generales de caballos y jinetes de uno a otro lado, Una cuerda, un colt es uno de los eurowesterns más singulares jamás filmados. 


VALORACIÓN: 6/10

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