miércoles, 9 de diciembre de 2020

FAHRENHEIT 451

Con un potente argumento sustentado directamente en la novela homónima de Ray Bradbury, y centrado en una sociedad distópica, Truffaut realiza una portentosa puesta en escena en Fahrenheit 451 (Fahrenheit 451, 1966), un filme verdaderamente inquietante desde el primer minuto, y fiel reflejo de los estados totalitarios.

La película, de intenso colorido y música del compositor Bernard Herrmann, se inicia sin ningún tipo de texto y con una voz en off que recita los títulos de crédito, con lo cual el espectador ya padece cierta inquietud, para poco más tarde ser consciente de que la imagen prevalecerá sobre la letra, sobre lo escrito; lo efímero por encima de lo permanente.

La historia nos habla de una sociedad futurista que ha roto con cualquier signo de cultura que tenga que ver con el pasado, en donde los bomberos tienen como misión la de requisar, a instancias del gobierno, toda casa sospechosa de poser libros, para detener a sus dueños e incautar aquellos que encuentre y quemarlos en una hoguera, pues entiende que la lectura impide ser feliz, una trama que se centra en Guy Montag (Oskar Werner), un bombero afín a la causa que está a punto de ser ascendido, casado con Linda Montag (Julie Christie), frívola y adicta a la imagen, hasta que Montag conoce en el tren a Clarisse, personaje al que también da vida Julie Christie, como una especie de doppelgänger y un encuentro que originará que Montag se cuestione su función y comience a rebelarse contra el poder establecido. 


 VALORACIÓN: 7.5/10


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